lunes, 25 de diciembre de 2017

¡Feliz Navidad!


Mis primeras Navidades fuera del país…

La verdad que han estado cargadas de pequeñas emociones, que una vez que se suman, dan un toque especial y emotivo a estas Navidades.

La distancia y el tiempo por si solos te hacen extrañar muchas cosas, y en estas fechas que tanto se señalan vivir en compañía y en familia, se acentúa un poco más esa añoranza.

Quien me conoce, sabe como pienso de estas fechas, lo poco que me gustan, lo hipócrita que me resultan a veces, mi preferencia por aislarme y no ser partícipe de ellas… y sigo manteniendo ese pensamiento. Por desgracia, creo que el torbellino hacia los excesos y el consumismo ha destrozado por completo el verdadero concepto.

Sin embargo estar a tanto Kilometros de distancia, te hace apreciar lo verdaderamente importante, simplemente la compañía de aquellos que amas.

En estas Navidades, no solo me puedo sentir afortunada por apreciar ese verdadero concepto, sino por poder vivirlo en esta ocasión, con nuevas personas que en similares circunstancias o no, me han regalado un pequeño espacio en el que poder participar y disfrutar de pequeños momentos, y por supuesto, con los de siempre, quienes desde la lejanía y el recuerdo, me han transmitido emociones con sus palabras.

He podido compartir una cena sin excesos, simple, donde aportar un poquito de mi tierra (quien me dijo que comería papas arrugadas con mojo en Tailandia…) al igual que cada uno aportaba un poquito de si con la mayor ilusión.

He podido contemplar auténtica ilusión y entusiasmo en la simpleza de entregar como detalle unos simples chocolates y dulces como regalo, y ver como ese simple gesto puede generar risas y fiesta.

He despertado entre lágrimas al ver mensajes y videos que me han llenado de emoción.

He podido sentir el verdadero agradecimiento por simplemente compartir. Creo que nunca olvidaré los saltos de Gianni en la escuela diciendo “esto es la verdadera Navidad”, poca comida y compartir con buena compañía. Y si, comparto totalmente su opinión…

Está claro que las felicidad y las cosas buenas se esconde en los pequeños gestos, que no hace faltan grandes regalos para despertar grandes ilusiones, que la comida más simple puede disfrutarse más que cualquier costoso manjar (nunca vi a alguien disfrutar tanto de un alioli jajaja), que compartir con quien no tiene o puede sin duda es enormemente gratificante y recíproco.

En estas fechas tan solo puedo desear que el Universo rompa con esa rueda del egoísmo y consumismo en el que la sociedad se ve envuelta, y que valoremos poder disfrutar, simplemente con lo que somos y a quienes tenemos a nuestro lado.

Feliz Navidad...

domingo, 17 de diciembre de 2017

Anécdotas ... 2

Continuando con las anécdotas animalisticas, creo que sobra decir que Tailandia es un país con numerosos tipos de especies en Fauna, y la verdad que no deja de sorprender en ocasiones, algunas de ellas, jamás las había visto antes y ni siquiera se bien que diantre es...

Por ejemplo, el día que me propuse a visitar el mercado flotante en Ayuttaya caminando. Una vez más, las interpretaciones de distancia del mapa distan mucho de la realidad, y terminé viéndome en una carretera interminable, rodeada de ciénagas y medio selva, en la que apenas transitaban vehículos pero me topé con numerosos animales. Iba en alerta constante mirando a los extremos del camino con la incertidumbre de lo siguiente que me pudiera encontrar, y sobre todo, en alerta máxima de si era inofensivo o todo lo contrario jajaja.
Me topé con unas gallinas famélicas de lo más extrañas y feas, con una especies de vacas-búfalos, que ahora que lo pienso, tal vez fueran Yak, no lo tengo muy claro. También me topé con una mezcla de de topo y jabalí, lagartos de todos los tamaños y por supuesto, con numerosos perros callejeros ante los cuales no sabes si vas a tener que salir corriendo en algún momento...

La verdad que perros callejeros he visto cientos, en todas partes hay, aunque en Ayuttaya fue exagerado. Y curioso también ha resultado ver a gente pasear gatos con correa. Creo que he visto más gatos domésticos que perros...

Fue en Ayuttaya también, una mañana mientras estaba sentada en la terraza del Hostel, el cual lindaba directamente con el río, cuando veo salir del mismo, una mezcla de lagarto gigante y cocodrilo pequeño... obviamente salí por patas de allí...

En Chiang Mai, una noche caminando por una de las pequeñas calles internas, vi a lo lejos algo negro cruzando el camino. Para mi sorpresa a medida que fui acercándome aluciné al comprobar que era un escorpión negro más grande que mi mano. Por un momento titubeé en parar a sacar una foto, pero tras pensarlo unos solos segundos deseché la idea por si se cabreaba y tuviéramos un disgusto jajaja. Sin duda fue una de esas cosas que no dejan de sorprenderme de este lugar.

Más monas resultan las ardillas, las cuales puedes ver como a diario se pasean por los cables de la luz. Una vez vi una totalmente albina, era preciosa, pero son demasiado veloces para inmortalizarlas en una imagen.

En el Food Night Market de cada día, hay un puesto de dulces que tienen una pinta increíble, pero al atardecer puedes ver, mientras están montando el puesto, decenas de abejas revoloteando sobre los mismos. A veces tengo la duda si será parte del proceso de elaboración jajajaja.

Creo que ya me he habituado a las lagartijas que salen cada noche y te las ves por techos y paredes de cualquier sitio.

Eso si, a lo que no me termino de acostumbrar, y es lo peor que llevo de aquí, es a los dichosos mosquitos, me tienen frita!! Alguno he visto del tamaño de mi pulgar. Son auténticos caníbales.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Anécdotas ... 1

Y sigo metida en el mundo del masaje Tailandés.

La verdad que poco a poco le estoy cogiendo el gustillo. Sigue siendo duro, pero cada vez voy aprendiendo como usar de mejor manera mi cuerpo, así como nuevas técnicas y modalidades de masaje con diferentes elementos.

Mañana termino mi segunda semana de estudio, tendré varios días por delante para entrenamiento, y el sábado, si va bien la cosa, comienzo el estudio de mi masaje favorito. I love the Tok Sen Massage… espero que se me de bien practicarlo jeje.

Como indicaba en el anterior post, me paso la mayor parte del tiempo de cada día en el Templo donde aprendo, y la mayoría de las veces salgo de allí agotada, así que ni tiempo, ni muchas ganas tengo a veces de ponerme a escribir.

Pero en las próximas semanas, para que no se me preocupen tanto, ya que más de un@ me pregunta y lo echa en falta,  voy a tratar de escribir, aunque sea unas breves palabras, sobre simples anécdotas del día a día, momentos o imágenes, que simbólicamente me las tomo como regalos de este viaje, bien por que me causaron amor a primera vista, porque formaron parte de algún momento cómico, o bien porque en algún momento decidí grabarlas en papel para no olvidarlas nunca, y de esta manera, también poder compartirlas con todos y al fin y al cabo, también me sirvan para recordar y no olvidar parte del camino.

Y hoy, para empezar, voy a contar lo que me sucedió unos días atrás e intentaré ponerle un poco de gracia a la narración de la historia jajaja.

Como cada día, suena el despertador, me levanto, me estiro, me cambio la camiseta por algo más visible, me cojo mi bolsita con mis víveres y me bajo una planta, donde se encuentra la cocina.
Por el camino, puede que incluso cruce algún "Good Morning" con algún otro huésped.

Me preparo mi café, destapo el mantel que hay siempre sobre la tostadora, saco dos tostadas del paquete y las coloco en la misma para calentarlas.
La enchufo y le doy a la palanca para que succione las tostadas y comience a calentar.

Justo en ese instante, sin que me diera tiempo a girarme, salta desde el interior una lagartija, la cual parecía más spiderman en ese momento que otra cosa. Por supuesto, no solo saltó ella, yo la acompañé en movimiento en solidaridad al susto que se llevó la pobre…

Menuda forma de comenzar el día y menudo brinco pegué...
Y aunque es cierto que cada vez te acostumbras más a ver bichos por todas partes, hay veces que no dejan de sorprenderte...

Otro día contaré alguna otra anécdota sobre bichos…

Besitos a todos!!!