lunes, 25 de diciembre de 2017

¡Feliz Navidad!


Mis primeras Navidades fuera del país…

La verdad que han estado cargadas de pequeñas emociones, que una vez que se suman, dan un toque especial y emotivo a estas Navidades.

La distancia y el tiempo por si solos te hacen extrañar muchas cosas, y en estas fechas que tanto se señalan vivir en compañía y en familia, se acentúa un poco más esa añoranza.

Quien me conoce, sabe como pienso de estas fechas, lo poco que me gustan, lo hipócrita que me resultan a veces, mi preferencia por aislarme y no ser partícipe de ellas… y sigo manteniendo ese pensamiento. Por desgracia, creo que el torbellino hacia los excesos y el consumismo ha destrozado por completo el verdadero concepto.

Sin embargo estar a tanto Kilometros de distancia, te hace apreciar lo verdaderamente importante, simplemente la compañía de aquellos que amas.

En estas Navidades, no solo me puedo sentir afortunada por apreciar ese verdadero concepto, sino por poder vivirlo en esta ocasión, con nuevas personas que en similares circunstancias o no, me han regalado un pequeño espacio en el que poder participar y disfrutar de pequeños momentos, y por supuesto, con los de siempre, quienes desde la lejanía y el recuerdo, me han transmitido emociones con sus palabras.

He podido compartir una cena sin excesos, simple, donde aportar un poquito de mi tierra (quien me dijo que comería papas arrugadas con mojo en Tailandia…) al igual que cada uno aportaba un poquito de si con la mayor ilusión.

He podido contemplar auténtica ilusión y entusiasmo en la simpleza de entregar como detalle unos simples chocolates y dulces como regalo, y ver como ese simple gesto puede generar risas y fiesta.

He despertado entre lágrimas al ver mensajes y videos que me han llenado de emoción.

He podido sentir el verdadero agradecimiento por simplemente compartir. Creo que nunca olvidaré los saltos de Gianni en la escuela diciendo “esto es la verdadera Navidad”, poca comida y compartir con buena compañía. Y si, comparto totalmente su opinión…

Está claro que las felicidad y las cosas buenas se esconde en los pequeños gestos, que no hace faltan grandes regalos para despertar grandes ilusiones, que la comida más simple puede disfrutarse más que cualquier costoso manjar (nunca vi a alguien disfrutar tanto de un alioli jajaja), que compartir con quien no tiene o puede sin duda es enormemente gratificante y recíproco.

En estas fechas tan solo puedo desear que el Universo rompa con esa rueda del egoísmo y consumismo en el que la sociedad se ve envuelta, y que valoremos poder disfrutar, simplemente con lo que somos y a quienes tenemos a nuestro lado.

Feliz Navidad...

domingo, 17 de diciembre de 2017

Anécdotas ... 2

Continuando con las anécdotas animalisticas, creo que sobra decir que Tailandia es un país con numerosos tipos de especies en Fauna, y la verdad que no deja de sorprender en ocasiones, algunas de ellas, jamás las había visto antes y ni siquiera se bien que diantre es...

Por ejemplo, el día que me propuse a visitar el mercado flotante en Ayuttaya caminando. Una vez más, las interpretaciones de distancia del mapa distan mucho de la realidad, y terminé viéndome en una carretera interminable, rodeada de ciénagas y medio selva, en la que apenas transitaban vehículos pero me topé con numerosos animales. Iba en alerta constante mirando a los extremos del camino con la incertidumbre de lo siguiente que me pudiera encontrar, y sobre todo, en alerta máxima de si era inofensivo o todo lo contrario jajaja.
Me topé con unas gallinas famélicas de lo más extrañas y feas, con una especies de vacas-búfalos, que ahora que lo pienso, tal vez fueran Yak, no lo tengo muy claro. También me topé con una mezcla de de topo y jabalí, lagartos de todos los tamaños y por supuesto, con numerosos perros callejeros ante los cuales no sabes si vas a tener que salir corriendo en algún momento...

La verdad que perros callejeros he visto cientos, en todas partes hay, aunque en Ayuttaya fue exagerado. Y curioso también ha resultado ver a gente pasear gatos con correa. Creo que he visto más gatos domésticos que perros...

Fue en Ayuttaya también, una mañana mientras estaba sentada en la terraza del Hostel, el cual lindaba directamente con el río, cuando veo salir del mismo, una mezcla de lagarto gigante y cocodrilo pequeño... obviamente salí por patas de allí...

En Chiang Mai, una noche caminando por una de las pequeñas calles internas, vi a lo lejos algo negro cruzando el camino. Para mi sorpresa a medida que fui acercándome aluciné al comprobar que era un escorpión negro más grande que mi mano. Por un momento titubeé en parar a sacar una foto, pero tras pensarlo unos solos segundos deseché la idea por si se cabreaba y tuviéramos un disgusto jajaja. Sin duda fue una de esas cosas que no dejan de sorprenderme de este lugar.

Más monas resultan las ardillas, las cuales puedes ver como a diario se pasean por los cables de la luz. Una vez vi una totalmente albina, era preciosa, pero son demasiado veloces para inmortalizarlas en una imagen.

En el Food Night Market de cada día, hay un puesto de dulces que tienen una pinta increíble, pero al atardecer puedes ver, mientras están montando el puesto, decenas de abejas revoloteando sobre los mismos. A veces tengo la duda si será parte del proceso de elaboración jajajaja.

Creo que ya me he habituado a las lagartijas que salen cada noche y te las ves por techos y paredes de cualquier sitio.

Eso si, a lo que no me termino de acostumbrar, y es lo peor que llevo de aquí, es a los dichosos mosquitos, me tienen frita!! Alguno he visto del tamaño de mi pulgar. Son auténticos caníbales.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Anécdotas ... 1

Y sigo metida en el mundo del masaje Tailandés.

La verdad que poco a poco le estoy cogiendo el gustillo. Sigue siendo duro, pero cada vez voy aprendiendo como usar de mejor manera mi cuerpo, así como nuevas técnicas y modalidades de masaje con diferentes elementos.

Mañana termino mi segunda semana de estudio, tendré varios días por delante para entrenamiento, y el sábado, si va bien la cosa, comienzo el estudio de mi masaje favorito. I love the Tok Sen Massage… espero que se me de bien practicarlo jeje.

Como indicaba en el anterior post, me paso la mayor parte del tiempo de cada día en el Templo donde aprendo, y la mayoría de las veces salgo de allí agotada, así que ni tiempo, ni muchas ganas tengo a veces de ponerme a escribir.

Pero en las próximas semanas, para que no se me preocupen tanto, ya que más de un@ me pregunta y lo echa en falta,  voy a tratar de escribir, aunque sea unas breves palabras, sobre simples anécdotas del día a día, momentos o imágenes, que simbólicamente me las tomo como regalos de este viaje, bien por que me causaron amor a primera vista, porque formaron parte de algún momento cómico, o bien porque en algún momento decidí grabarlas en papel para no olvidarlas nunca, y de esta manera, también poder compartirlas con todos y al fin y al cabo, también me sirvan para recordar y no olvidar parte del camino.

Y hoy, para empezar, voy a contar lo que me sucedió unos días atrás e intentaré ponerle un poco de gracia a la narración de la historia jajaja.

Como cada día, suena el despertador, me levanto, me estiro, me cambio la camiseta por algo más visible, me cojo mi bolsita con mis víveres y me bajo una planta, donde se encuentra la cocina.
Por el camino, puede que incluso cruce algún "Good Morning" con algún otro huésped.

Me preparo mi café, destapo el mantel que hay siempre sobre la tostadora, saco dos tostadas del paquete y las coloco en la misma para calentarlas.
La enchufo y le doy a la palanca para que succione las tostadas y comience a calentar.

Justo en ese instante, sin que me diera tiempo a girarme, salta desde el interior una lagartija, la cual parecía más spiderman en ese momento que otra cosa. Por supuesto, no solo saltó ella, yo la acompañé en movimiento en solidaridad al susto que se llevó la pobre…

Menuda forma de comenzar el día y menudo brinco pegué...
Y aunque es cierto que cada vez te acostumbras más a ver bichos por todas partes, hay veces que no dejan de sorprenderte...

Otro día contaré alguna otra anécdota sobre bichos…

Besitos a todos!!!

domingo, 26 de noviembre de 2017

Sigo viva

Se que estas semanas he estado bastante calladita sin escribir nada por aquí, y algun@ ya extraña, más aún después del último post, pero tranquilidad, estoy bien.

Sigo en el mismo sitio y en la misma casa, y de momento me mantengo por aquí

Estas últimas semanas he estado bastante liada, motivo por el cual no he escrito y estoy un poco más ausente. ¿En qué? Pues un día, después de una charla muy interesante con alguien, decidí probar en invertir mi tiempo en aprender algo que pudiera enseñarme este país, y terminé metida en un curso de masajes Tailandeses.

El comienzo ha sido bastante duro, y aún lo sigue siendo, pero cada vez voy cogiendo un poco más de confianza y práctica.

No solo ha sido difícil sobrellevar las clases en otro idioma, lo que conlleva un doble esfuerzo mental, terminar cada día con dolores en todo el cuerpo por las diferentes posturas, posiciones de manos, rodillas, dedos… la falta de costumbre.

Todos los comienzos suelen ser duros, pero lo importante es no tirar la toalla, y aunque estuve a puntito de hacerlo, me alegra de continuar con ganas, aunque me siga doliendo todo el cuerpo. La palabra “pain” se ha convertido en parte de mi vocabulario diario, y ni sabría cuantas veces al día la nombro jajaja.

Pero bueno, de momento, pese a lo duro que resulta, me gusta, y dentro de lo que cabe, me lo paso muy bien en clase. El profe cada día me causa mayor admiración cuando le observo con detalle, y se puede decir que casi son clases particulares.

De momento, le voy dando oportunidad a esto semana tras semana y ya veremos hasta donde llegamos, a ver si con suerte, con lo suficiente para poder ponerlo en práctica cuando regrese.

Del resto, pues todo bien, pasando los días, intimando con la gente cercana que veo cada día, conociendo gente nueva que está de paso, celebrando cumpleaños inesperados, callejeando cuando puedo o el cansancio me lo permite… pero dentro de todo, tranquila.

Estuve a punto de meterme en una escuela de idiomas, pero en el último momento me arrepentí. Creo que mi cabeza tiene bastante trabajo ahora con procesar la información de los masajes y la anatomía humana en inglés, jajaja.

En definitiva, ya les iré contando en qué termina esta nueva experiencia pasadas unas semanas más jeje.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Extrañando...

Y poco a poco, de forma sutil y ligera, va llegando ese momento donde comienzas a echar de menos a todas esas personas que en algún momento de tu vida, han robado un pedacito de tu corazón.

Parece ser que esa personita tan independiente y a veces casi distante, no es del todo de piedra como ella estimaba.

Parte del viaje, podría casi ser una prueba para comprobar que tan fría podría llegar a ser, pero en el fondo le alegra saber que es más humana de lo que pensaba.

Puede que sea el entorno, puede que sea una etapa, o quien sabe si sean las hormonas, pero hoy, ahora, tan solo puede decir, que medida que pasa el tiempo, cada vez se extraña más ciertas compañías, ciertas voces, ciertas palabras y un buen abrazo...

domingo, 5 de noviembre de 2017

Yee Peng y Loy Krathon

Se despide un fin de semana que prometía ser intenso, y ha cumplido sus expectativas.

Chiang Mai se ha vestido de color, luces, sabores, magia, energía…

Poder estar presente para verlo en primera fila ha sido todo un regalo.

Contemplar como los sueños de miles de personas toman vuelo en el aire mientras su brillo se empequeñece en el horizonte, es simplemente mágico.

Ver sus caras mientras ven alejarse sus linternas en un eterno adiós, no tiene precio.
Pasear en sus calles abarrotadas de gente, a veces incluso sin poder moverte, pero no importarte y no querer escapar del lugar.
Avanzar unos pasos y sorprenderte  en cada esquina con algo totalmente diferente e inesperado.
Maravillarte con un eterno desfile lleno de luces, color, arte, música, belleza… un autentico espectáculo.

Ésto es un simple resumen de todo lo que he podido ver, sentir y vivir estos días, pero siento tanta emoción tan solo en recordarlo, que se me pierden los detalles y las ansias de compartirlo.

La ciudad se ha llenado de miles de personas, todas deseando vivir ese momento mágico donde lanzar su linterna al aire. 
Durante varias horas, el cielo se ha llenado de luz y no ha parado ni un segundo, en recibir miles de lucecitas con sueños y deseos. Es todo un espectáculo visualizar en su oscuridad, todos esos puntitos dorados que se van alejando lentamente. 
Aquí, en la tierra, miles de rostros, dibujan sonrisas e ilusión en ese momento que sus dedos comienzan a despedir esa luz que va cargada con toda su energía.
En ocasiones, esos rostros se desfiguran cuando ven que su luz no logra tomar el vuelo y termina consumida ante sus pies.

No voy a decir que sea difícil, pero si que lleva su técnica. Debes ser paciente, saber esperar, tratarla con mimo, que prenda bien, que coja su calor, que hinche sus paredes, y solo en el momento justo, no antes de que haya pasado por su proceso y esté preparada, ni demasiado tarde, cuando puede quedar consumida por sí misma, simplemente dejarla marchar… menuda alegoría…


Por otro lado, otras tantas miles de personas, simbolizan los mismo con sus linternas de agua. Por las calles, día y noche ves cientos de puestitos donde adquirir tu “Krathong”, esos bellos centros florales artesanales, o incluso, tener la oportunidad de construir el tuyo, para luego, prender su vela e inciensos y lanzarlo al río, mientras lo ves alejarse lentamente empujado por la corriente.


Mientras paseas por las inmediaciones de todo este espectáculo, no dejas de sorprenderte con todos sus puestos callejeros con artesanías y souvenir, una gran diversidad de gastronomía y diversos escenarios donde se exponen danzas, música o teatro.

Ayer, con el cierre del festival, la calle principal se llenaba de gente, música, color y luces con un espectacular desfile. Simplemente no puede causarte indiferencia tanta belleza.

Por supuesto,  ningún vídeo o foto, puede describir todo este espectáculo, pero al menos, poder hacerles llegar un pedacito con ese vídeo.


lunes, 30 de octubre de 2017

Entre fogones


Hoy ha tocado experimentar con la amplia y exquisita gastronomía Tailandesa.

Si algo hay en Chiang Mai, son numerosos cursos de cocina, en muchos de ellos, incluso puedes elegir los platos que deseas aprender a cocinar.

Entre tanta oferta, la verdad que resulta difícil por cuál decantarse, así que ayer, tras un buen tiempo barajando entre mis manos varios folletos, me decanté por el que creo que cumplía las tres “B”, así que me dispuse a hacer la reserva y para mi sorpresa y alegría, la hija de Mor (la chica que regenta el Hostel), se ha apuntado y hemos ido juntas.

Casi todas las escuelas de cocina funcionan similar; te recogen en tu hostel y te llevan al mercado, donde te explican un poco sobre los ingredientes y se hace la compra. Luego te llevan al local o granja donde tu mismo pones las manos en el fogón mientras recibes las instrucciones.

La que elegí, era una granja/finca no muy lejana, pero a las afueras de la ciudad. Era preciosa, tenía unos bellos y coloridos jardines con figuritas repartidas por todos lados, y plantaciones de frutas y verduras.
En nuestro grupo éramos únicamente cinco personas, así que estuvo genial.

Después de darnos la bienvenida y las explicaciones oportunas, tengo ante mí un folleto donde elegir entre tres opciones diferentes de cada apartado (Entrante, Sopa, Salteado, Curry, Pasta curry, Postre) y tan solo unos minutos para elegir… menos mal que ya iba medio preparada, que si no me da la indecisión y capaz que salto en la silla gritado ¡¡TODOS!  Quiero hacerlos todos!

Así que, tras una breve indecisión con los entrantes, el menú del día sería el siguiente:

Ensalada de pollo picante
Sopa de pollo en leche de coco
Pad Thai
Khao soy curry pasta
Khao soy
Mango Sticky Rice
Rollitos de primavera
Thai té

Manos a la obra, pudimos preparar todos diferentes platos, y con una pausa entre unos y otros, nos sentamos a degustarlos.

Madre mía, que cantidad de comida… y quedó todo tan delicioso… mmmm

La verdad he de decir, que la comida Tailandesa, o al menos el menú de hoy, no es tan difícil de hacer y no requiere de excesivo tiempo (creo que puedo tardar más en hacer una simple tortilla española que cualquiera de estos platos).

Ahora tocará ponerlo en práctica! Mor ya me dijo nada mas llegar que usara la cocina para practicar jajaja.

De momento mañana quiero ir a por los ingredientes para darme una sobredosis de Thai té. Adoro esta bebida...


lunes, 23 de octubre de 2017

Visita al Wat Chedi Luang


Hace dos noches  me recomendaron visitar el “Wat Chedi Luang”, ya que su visita nocturna era muy bonita.

Acepté la propuesta e incluso me dejaron en la misma puerta. Sabía que aún teniendo miedo a las motos, tarde o temprano en este país se me iba a poner delante oportunidad de subirme a una, pero no pensé que fuera tan rápido ni con tan poco tiempo para que mi mente lo asimilara jajaja.

Aunque no se podía acceder al interior de los templos, quedé maravillada con la visita alrededor de los mismos, pero sobre todo la parte trasera que me recomendaron. 
Su enorme pagoda era imponente y majestuosa. Después  de rodearla me senté en su frente un buen rato, que fue a lo que me invitó hacer tan pronto la vi.
Apenas había gente ni sonido, y junto con la justa iluminación del entorno, se generaba un ambiente de hermosa paz con un toque mágico.

Salí de allí deseando regresar para contemplarlo de día, y es lo que he podido hacer esta mañana.

De día si pude acceder al interior de los templos, menos a uno, que para mi sorpresa, no permiten el acceso a mujeres (luego intentaré buscar la historia).
Aparte del enorme templo principal, se sitúan a su alrededor otros mas pequeños.
En algunos de estos, se encontraban unas estatuas de algunos monjes muy veneradas, que la verdad, daban escalofríos de lo reales que parecían. Es como si estuvieran momificados, se podía contemplar sus venas, sus huesos, hasta las manchas de su piel envejecida...

Bajo mi punto de vista,  he de decir que la visita nocturna es mucho mas bonita y mágica.

Dejo por aquí algunas fotos, pero no tiene nada que ver poder estar allí físicamente.

domingo, 22 de octubre de 2017

Turismo responsable... ¿?

Hoy he quedado con unos chic@s para ir a visitar el Doi Shutep, un templo a las afueras de la ciudad. Contacté con ellos a través de un mensaje que pusieron con intención de ahorrar en el transporte al sumar gente. Me viene ideal, ya que yo sola tal vez no me lo hubiera podido permitir, así que no dudé en unirme.
El templo no estaba demasiado lejos, como a unos 20-30 minutos, pero la carretera era en subida y tenía sus curvas. Ir en asientos a los laterales de la camioneta tampoco ayuda, así que llegué medio mareada…
Una vez con los pies en tierra, tocaba subir los trescientos y pico escalones tan esperados…
Desde abajo la larga escalera se veía algo empinada, pero una vez que alcanzas la cima, no parece para tanto.
Pero ya al comenzar el ascenso te encuentras con algo que para mi gusto, fue desagradable…
Niñas, desde pequeñinas de 2-3 años hasta de unos 9-10, maquilladas y vestidas con típicos trajes tribales de la zona, saludándote y ofreciéndose para una foto contigo.
Las veías correteando a lo largo de los escalones y saltando entre ellos, como cuál figura infantil son.
No quiero ni pensar cuantas horas permanecen esas criaturas ahí durante cada día…
Tan solo quedará la esperanza de que el turismo responsable vaya creciendo, dejando de ser partícipe con sus acciones, en el fomento de la explotación de otros menos afortunados y comience a tomar consciencia analizando las posibles consecuencias de sus actos.
Un selfie con estas hermosas y simpáticas niñas, puede ser un bonito recuerdo que exponer en tu álbum de fotos a tus amigos, mientras estáis sentados en el cómodo sofá de tu casa, pero mejor sería pensar, que si la gente no siguiera tomando esos estúpidos selfies, tal vez esas niñas estarían empleando su tiempo en una escuela en vez de expuestas al público durante a saber cuanto tiempo, a cambio de unas monedas…
Por un turismo más responsable...

viernes, 20 de octubre de 2017

Miradas ausentes...

Esta noche me he topado de bruces y sin preaviso con la otra Tailandia, y lo digo así porque, si bien había oído de su existencia, no me la esperaba encontrar mientras paseaba tan tranquilamente por una calle tan transitada.

Miradas ausentes, cuerpos que parecían frágiles y diminutos, rodeados por las grandes manos de abueletes (sin ánimo de ofender con la expresión, simplemente porque tenían edad más que suficiente para serlo), como si parecieran tener a exposición un gran trofeo…

Un nudo se formó en un instante en mi estómago y pocos comentarios y palabras puedo añadir al respecto, ya que una sola imagen de esas vale más que mil  palabras que puedan describirla...

Intentando digerirlo...

jueves, 19 de octubre de 2017

Nuevo Hogar

Hoy me he lanzado a la calle para encontrar una habitación que reservar por al menos dos semanas y así poder quedarme tranquila por la ciudad sin tener que pensar en si renovar una noche más o no en mi actual Hostel, en el que por cierto, estoy muy a gusto y cómoda,  pero deseaba encontrar algo con mayor privacidad y mejor ubicación.

Después de haber callejeado por varias horas y visitado numerosos sitios con un enorme abanico de precios y características, creo que he encontrado un buen sitio, en el que al menos probar por dos semanas.

Cuando entré en el hall me atendió una señora muy amable que me enseñó una habitación que me enamoró a primera vista en comparación con otras anteriormente visitadas. Lamentablemente no solo ya estaba reservada para la próxima semana, si no que se escapaba de mi presupuesto aunque me la dejaba a buen precio, así que me quedé con la opción B, una habitación un poco más pequeña con litera para mi solita. No tengo balcón, pero al menos una ventanita que ilumina bien la habitación y espacio para organizar mis cosas. Tengo acceso a agua, café, infusiones, incluso a disponer de la cocina si deseo cocinar (cosa que dudo jeje).

Pero sin duda, lo que más me gustó fue la amabilidad de las propietarias. Me dió la sensación de estar en una casa muy familiar en la que rentan algunas habitaciones más que en un Hostel, así que encantada de experimentar.

Cuando volví a confirmarle que me quedaba con la habitación, entre alguna risa acordamos que ella me enseñaría Thai y yo Español jeje, vamos a ver cómo se consigue eso chapurreando con mi Inglés jajajajaja

Bueno, de momento toca a esperar a mañana, momento mudanza.


miércoles, 18 de octubre de 2017

De paseo por los Templos

Después de dos días de auto arresto, con el fin de dar margen y tiempo a que se curasen las heridas que se me habían formado en los pies, hoy ya he vuelto a salir a la calle para continuar conociendo esta ciudad.

No me he ido muy lejos intentando no caminar demasiado, pero justo al lado y delante del Hostel hay varios templos, así que he aprovechado para visitarlos.

La verdad que ningún templo te deja indiferente. Cada uno de ellos tiene una enorme cantidad de detalles, y aunque todos guardan cierto parecido, todos tienen algo diferente.

De los cuatro que he visitado; "Wat Mounthien",  "Wat Khuan Ka Ma", "Wat Mor Kham Thuang" y "Wat Lok Molee", éste último es el que se lleva el premio bajo mi gusto, no solo por la cantidad de detalles que tiene y su belleza, si no porque tiene más diferencias respecto al resto. Tanto me gustó, que fui dos veces jeje.

Justo detrás de este templo, hay un espacio que desconozco si pertenece al mismo templo o es otro diferente, donde aparte de unas estatuas, está todo rodeado de numerosas figuritas de gallos.
La verdad que fue curioso y llamativo al salir por la puerta trasera, encontrarte con semejante imagen...

He aprovechado estos días de tranquilidad para mirar alojamientos en la zona este de la ciudad, donde hay más movimiento, pero de lo que he visto por internet no me convence del todo y se que hay mucha más oferta físicamente que la que se anuncia en la red, así que creo que esperaré a encontrar un sitio que me convenza antes de organizar una mudanza jajaja. Al menos en este hostel estoy cómoda aunque comparta habitación con 9 camas más (pero he de puntualizar que nunca ha estado llena)
A ver si tengo suerte y logro dar con una habitación con las "3 B" .

lunes, 16 de octubre de 2017

Proyectos increíbles

Acabo de conocer a una persona con una mentalidad brillante y un corazón enorme. Lleva varios meses aquí, éste no es su primer viaje a Tailandia, y tampoco será el último…

Solo hay que fijarse en su cara y contemplar en sus ojos el amor que siente por este país y su gente, y lo demuestra al querer regresar para aportar algo de sí a este lugar que le ha regalado tantas cosas.

En uno de sus viajes tuvo oportunidad de conocer a un monje que ayuda a un poblado que vive en las montañas, a las afueras de Chiang Mai, y con el que ha mantenido amistad y tiene grandes proyectos por delante.

Su intención es crear un proyecto para poder colaborar en la ayuda de este poblado.
No solo el camino para llegar es difícil y peligroso en época de lluvias, las condiciones en las que viven son bastante precarias, se alimentan de lo que cultivan y no consumen agua potable, si no del río.
Poco a poco han ido montando una escuela para los niños de la aldea.

De momento en su entorno tan solo ha podido recaudar unos 200 € para poder ayudarles en esta ocasión, pero entre su planes de regreso a España, espero que se abran todas las puertas necesarias para convertir este deseo en un proyecto accesible y en el que todos puedan poner su granito de arena.

Preciosa labor. Ojalá el camino este lleno de gente con tan buenos sentimientos.
¡Ánimo con tu proyecto!

domingo, 15 de octubre de 2017

Saturday & Sunday Market - Chiang Mai

Dos días de mercado consecutivos dan para mucho.

Saturday & Sunday Market, dos enormes mercados de Chiang Mai que traen consigo miles de colores, olores y sabores.

Puestos con toda clase de cosas, piezas de ropa preciosas, lienzos espectaculares, pulseritas y bisutería monísimas, artesanía y souvenirs por doquier… creo que te puedes encontrar cualquier cosa, hasta una bachata de Romeo Santos escuché!! Creo que sería el sitio más recóndito donde imaginaría escuchar una bachata jajajaj

La verdad que se te van los ojos… ¡Uy, mira que mono esto! ¡Uy mira esto le encantaría a…! ¡Ay, esto es ideal para…! …

Si me dejara atrapar, petaría la mochila de mil cosas y regalos, pero gracias a Dios ni el espacio, ni el dinero, ni el momento me lo permiten jajajaja

De momento me toca disfrutar de lo que al menos me puedo permitir, y es poder disfrutar de los miles de platos de comida que te encuentras a cada paso. Que de olores y sabores…

Ni nombrar todo lo que me he zampado hoy, esto de encontrarte un puesto con una pinta deliciosa cada cinco pasos y con un precio irrisorio, es un auténtico peligro!!

A ver si el próximo fin de semana veo la otra mitad del mercado, ni a verlo entero he llegado de lo grande que es.


sábado, 14 de octubre de 2017

Chiang Mai... primeras impresiones

Bienvenida Chiang Mai!!!!!

Casi 7 horas interminables de bus creo que ha valido la pena.

El ambiente es diferente. Si bien se ve más turistas, creo que tiene la combinación perfecta entre civilización, pueblo, ocio y tranquilidad.

Hoy sábado me ha recibido con un mercado enorme lleno de puestos de artesanía, ropa, mil cosas más y como no, deliciosa y olorosa comida… mmmm… me he puesto las botas despues de no haber probado nada desde el desayuno.

Tan solo llevo unas horas aquí y apenas he dado un paseo, quizás mañana no lo vea con tan buen color, pero según mis esperanzas, puede que aquí encuentre mi pedacito de bienestar.

viernes, 13 de octubre de 2017

Sukhotai

Me despido de Sukhotai, mañana por la mañana toca partir hacia Chiang Mai, y la verdad es que estoy deseando que amanezca ya...

Sukhotai nuevamente me deja un sabor bastante agridulce...
El parque histórico me ha encantado. Pasear por el parque y sus alrededores transmite mucha paz y tranquilidad, incluso en algunos templos como en el "Wat Si Sawai" o el "Wat Si Chum", no me daban ganas de irme. El tráfico es escaso, por lo que se puede pasear con total tranquilidad, y en los locales que están alrededor se come muy bien e invitan a pasar la noche tomando algo.

¿Cuál es la pega entonces? ¡¡¡ Los bichos !!!
Ha sido el único sitio donde me reviso si hay algo en la cama antes de acostarme o en los zapatos antes de usarlos...
El alojamiento es una habitación individual tipo cabaña en alto, y no está bien sellada, hay algunos espacios entre las madera en las que puede caber no solo un mosquito... y lo más gracioso y que a más de uno le parecerá increíble, es que ahora mismo, mientras comenzaba a escribir este texto, se me ha caído un trozo de cinta aislante que tapaba una de las esquinas... por tanto, esta noche duermo con un señor agujerito que invita a una fiesta bichirichera en mi habitación... que diver...

Llevo tres noches con ésta a oscuras, no porque no tenga luz, si no por miedo a que se cuelen mosquitos. Por cierto, ya llevo algunas picadas más de las que traía desde Ayuttaya.

El spray antimosquitos me irrita la piel... y del que me compré anoche, ya he gastado medio bote y no funciona demasiado...
Entre el olor y mezcla de los antimosquitos, el intentar no usar mucha colonia para no atraerlos, el bálsamo de tigre para aliviar las picadas... yo no se si ahuyentaré más a los mosquitos o a las personas...

Cada vez que me toca salir al baño hay una decena de lagartijas correteando por el techo y paredes dándome la bienvenida, y si me toca levantar la tapa del váter, siempre me viene a la mente el episodio de "Fran de la Jungla", en el que fue a recoger una serpiente que le había salido del baño a una señora...

Esta noche me ha tocado cenar en la cama a la luz de la linterna... super romántico

En resumen, Sukhotai es precioso, me encantó, pero aun no estoy lo suficientemente adaptada a tanto bicho para elegir este sitio para quedarme.

Espero que Chiang Mai se porte mejor conmigo jeje


martes, 10 de octubre de 2017

Ayuttaya

La primera impresión cuando bajé de la Van fue buena. Nada que ver con el bullicio de Bangkok, ésta población trámite mayor tranquilidad, un ambiente totalmente diferente. Aparte de ésto, de lo siguiente que rápidamente te percatas es de la cantidad de perros callejeros que hay, a cada cinco pasos te encuentras uno, y no son precisamente pequeños que se diga...

Respecto a los perros, había escuchado que son mansos, y también había escuchado que son agresivos, pero después del susto que me llevé, tal vez tienda más bien a lo segundo. Fue un extraño momento... sentí perfectamente como se movía algo en la hierba tras de mí y cuando me giré a ver lo que era, simplemente lo vi avanzando con velocidad y comenzando a ladrar ferozmente... pensaba que se iba a lanzar encima y atacarme... No se como ni porque mi reacción simplemente fue girar la cabeza hacia delante y seguir caminando con normalidad, mientras mi mente se preparaba para sentir como se abalanza sobre mí. El cuerpo se me lleno de un extraño escalofrío que me duro por unos minutos. No se donde se metió ni que fue de él, solo se que tras varios pasos giré mi cabeza de nuevo y no le pude ver más en aquella enorme explanada.
Sin embargo, dada la cantidad de perros que hay en comparación con el número de veces que me han gruñido, ladrado o perseguido, la estadística daría la razón a que son mas bien mansos.
En definitiva... será cuestión de suerte...

Por aquí he podido disfrutar de muy bonitos paisajes en el Parque Histórico y sus conjuntos arqueológicos, que se convierten casi en magia, cuando se funden con el sol del atardecer.

El alojamiento tiene un encanto increíble y transmite mucha paz, aunque supongo que por estar tan pegado al río, es donde primero me han atacado los mosquitos. Tengo tres picotazos y cada uno de ellos del tamaño de un chichón sin exagerar.

Ayuttaya me transmite sensaciones agridulces, y no lo digo por haberme llegado a perder en medio de la nada, donde solo abundaban todo tipo de animales y bichos en un camino rodeado de ciénagas. Por un lado es un lugar alejado del bullicio y caos que hay en Bangkok, pero no me aporta la tranquilidad suficiente para transitarla con total libertad, ya que el tema de los perros no inspira mucha seguridad, y una vez más el tema del tráfico influye, no porque sea una auténtica locura como en Bangkok (aunque ello no quita que se siga conduciendo de aquella manera...) sino porque no hay aceras ni arcén en la mayoría de calles, así que por una cosa u otra, tienes que mantenerte en alerta constantemente.

Espero que en el próximo destino pueda disfrutar con mayor tranquilidad del camino.


domingo, 8 de octubre de 2017

Thai

Dice el dicho que “preguntando se llega a Roma”, y con los Thai se hace mucho más sencillo.

Por lo general, se suele tener la tendencia a pasear de la mano del miedo y de la sospecha, y cuando alguien se nos acerca a veces lo primero que se nos viene a la cabeza es su posible necia intencion. Por suerte o desgracia hacia esa dirección se dirige la confianza humana en sus propios semejantes.

Por supuesto que en todos lados siempre hay de todo, pero se agradece descubrir en un país que no es el tuyo, personas desinteresadas dispuestas a ayudarte con una sonrisa en su cara, que te dan mil vueltas porque están tan perdidos como tu, pero no dejan de acompañarte, y que se esfuerzan por entenderte aún cuando eres un pésimo interlocutor.

Me maravilla la idea de que este país me brinde la oportunidad de desencadenarme de varios de mis miedos, pero sobre todo, me maravilla la idea  de  volver a confiar y enamorarme de la humanidad. 

viernes, 6 de octubre de 2017

Tuk.tuk

La experiencia a destacar hoy sin duda ha sido subir a un tuk-tuk… madre mía… he temido por mi integridad física…


Antes que nada he de decir que este trabajo debe tener alta tasa de mortalidad, ya no por los accidentes que haya o no, este dato lo desconozco, aunque no me extrañaría por como conducen…, sino más bien por la cantidad de polución que tragan diariamente. En un solo ratito yo estaba medio asfixiada, imagino ellos día tras día.
Como dato curioso, cualquiera que al que le contestas que eres de España después de preguntarte, lo asocian automáticamente a Cataluña/Barcelona… ¿me pregunto por qué?...


En cuanto a mi opinión respecto a la experiencia, el primero que probé… bueno, si no hubiera probado ninguno más pues te diría que conducen como locos… pero después de probar al segundo, al Fernando Alonso de los tuk-tukeros, no dirían que conducen como locos, sino literalmente ¡ESTÁN LOCOS! Yo creo que iba a la mayor velocidad que le permitía el propio cacharro, se saltaba los semáforos, por supuesto sobra decir que no respetaba los pasos de peatones (más de un pobre lo vi saltando hacia atrás para refugiarse de nuevo en la acera) y hasta más de una vez pilló un carril en dirección contraria!!


El que me conoce lo mala copiloto que soy, puede imaginar cómo me bajé del carricoche éste…
Se me iba a salir el corazón y hasta la planta de los pies me sudaba!!! Llegué al hostal resbalándome en mis propias zapatillas…
No se bien si tomarlo como terapia de choque y repetir, o si no subirme nunca más en uno.



A parte de la experiencia tuk-tuk, he podido visitar varios templos como el “Wat Suthat”, “Wat Ratchabophit”, “Day Rajaburana” “Wat Pho o templo del Buda Reclinado”. Preciosas estructuras con las que no puedes dejar de abrir la boca y mirar al cielo, preciosos tejados y remates sumamente detallados, bellas esculturas doradas, enormes e imponentes pagodas… sin duda arte y belleza por doquier.


También tuve oportunidad de dar un paseo por Little India y Chinatown, e incluso pasar por el colorido mercado de las flores y el enorme Centro Comercial MBK de donde no te dan ganas de salir con el fresquito que allí hace y donde pude trapichear con mi primer regateo.



jueves, 5 de octubre de 2017

Aterrizando en Bangkok



Hay más previsiones de morir atropellada, que de meterme en algún callejón extraño del  que pueda salir algún maleante (he de decir que algunas calles dan esa impresión, pero no he visto nada extraño)

Para empezar, en el trayecto del aeropuerto a la ciudad, ya era bastante llamativo ver como una autovía de 3 carriles perfectamente delimitados se convertía en cuatro filas de coches y no en fila india precisamente, ya te hacer una idea de lo que viene por delante.

El verdadero problema se presenta cuando te toca ir a pie; semáforos que no se iluminan, vehículos que no paran aunque tengan un semáforo en rojo, vehículos que se intentan adelantar incluso con el semáforo en rojo, motos que te esquivan para pasar antes que tú… y  todo esto en una ciudad que en muchas de sus calles no tienen ni acera ni suficiente arcén.
¡¡¡Ésto es una auténtica jungla!!!
Llegar viva al final del día ha sido todo un logro…

Aparte de de estar en alerta en todo momento, hay que mencionar la pericia de los tuk-tukreros para intentar llamar tu atención y entablar conversación. Uno incluso hasta me llevó hasta una oficina de turismo, que más tarde me daría la impresión de que me quería colocar alguna excursión o transporte, pero bueno, le di largas con mi “no se cual es mi ruta ni destino” y al menos me salí  de allí  con un mapa de la ciudad, así  que no hubo mal que por bien no venga.

Me quedaban varias horas por delante hasta poder acceder a mi habitación y a la tan deseada ducha… después de más de 35 horas entre calle y aeropuertos uno se puede hacer una idea, así que no me quedó más remedio que lanzarme de nuevo  a la calle a hacer tiempo, con tan mala suerte que por cualquier calle a la que iba me encontraba con las manifestaciones, procesiones, ceremonias o no se muy bien el qué, referentes al aniversario del fallecimiento del Rey.

Es increíble la cantidad de gente que hay en todas las inmediaciones del Palacio, miles de personas salteadas y también por grandes grupos por todos lados, militares, colegios, etc., tiene organizado un buen campamento. Me pasé más de 3 horas dando vueltas intentando escapar de la marea negra, pero cuando no me topaba de golpe con otro grupo, era algún control policial que me impedía el paso y otra vez a dar la vuelta…

Ya cuando logré apartarme de esta zona, después de perderme alguna vez, ya estaba tan cansada que me tiré en el banco del primer parque que encontré. ¡Eso sí! Una de las cosas que me ha quedado clarita, es que la distancia que aparenta en el mapa no tiene nada que ver con la realidad…
En resumen; hoy ha sido un largo y duro día, el cansancio y la falta de sueño no me ha facilitado poder disfrutarlo, pero al menos por la tarde después de una buena siesta, pude disfrutar de un buen paseo por el Golden Mountain.

Mañana más y mejor, ahora a descansar que se me cierran los ojos…

martes, 3 de octubre de 2017

Desde el aire

Finalizada la cuenta atrás y ya desde el aire, mi mente comienza a encontrar poco a poco la calma y tranquilidad, después de una semana bastante intensa.

Ha sido una semana un poco estresante, pero sobre todo, una semana cargada de emociones transmitidas por las maravillosas personas que el universo me ha regalado en el camino. A cada una de ellas, simplemente gracias…

Gracias por tantas palabras bonitas que desprenden tanto ánimo y cariño; Gracias por regalarme su tiempo hasta el último momento; Gracias por los detalles para llevarles siempre conmigo.

Sin duda, en esta aventura me llevo un pedacito de todos conmigo y espero compartir con todos, un pedacito de mi a través de éstas y otras futuras líneas

¡¡¡Allá vamos!!!