domingo, 8 de octubre de 2017

Thai

Dice el dicho que “preguntando se llega a Roma”, y con los Thai se hace mucho más sencillo.

Por lo general, se suele tener la tendencia a pasear de la mano del miedo y de la sospecha, y cuando alguien se nos acerca a veces lo primero que se nos viene a la cabeza es su posible necia intencion. Por suerte o desgracia hacia esa dirección se dirige la confianza humana en sus propios semejantes.

Por supuesto que en todos lados siempre hay de todo, pero se agradece descubrir en un país que no es el tuyo, personas desinteresadas dispuestas a ayudarte con una sonrisa en su cara, que te dan mil vueltas porque están tan perdidos como tu, pero no dejan de acompañarte, y que se esfuerzan por entenderte aún cuando eres un pésimo interlocutor.

Me maravilla la idea de que este país me brinde la oportunidad de desencadenarme de varios de mis miedos, pero sobre todo, me maravilla la idea  de  volver a confiar y enamorarme de la humanidad. 

2 comentarios:

  1. Sí, muy bonito. Pero abre el ojo. Te queremos Yaiza.

    Un enorme abrazo

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    1. Jajaja tranquilo que siempre voy con la mosca detrás de la oreja, pero con intención de conseguir equilibrio

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