lunes, 23 de octubre de 2017

Visita al Wat Chedi Luang


Hace dos noches  me recomendaron visitar el “Wat Chedi Luang”, ya que su visita nocturna era muy bonita.

Acepté la propuesta e incluso me dejaron en la misma puerta. Sabía que aún teniendo miedo a las motos, tarde o temprano en este país se me iba a poner delante oportunidad de subirme a una, pero no pensé que fuera tan rápido ni con tan poco tiempo para que mi mente lo asimilara jajaja.

Aunque no se podía acceder al interior de los templos, quedé maravillada con la visita alrededor de los mismos, pero sobre todo la parte trasera que me recomendaron. 
Su enorme pagoda era imponente y majestuosa. Después  de rodearla me senté en su frente un buen rato, que fue a lo que me invitó hacer tan pronto la vi.
Apenas había gente ni sonido, y junto con la justa iluminación del entorno, se generaba un ambiente de hermosa paz con un toque mágico.

Salí de allí deseando regresar para contemplarlo de día, y es lo que he podido hacer esta mañana.

De día si pude acceder al interior de los templos, menos a uno, que para mi sorpresa, no permiten el acceso a mujeres (luego intentaré buscar la historia).
Aparte del enorme templo principal, se sitúan a su alrededor otros mas pequeños.
En algunos de estos, se encontraban unas estatuas de algunos monjes muy veneradas, que la verdad, daban escalofríos de lo reales que parecían. Es como si estuvieran momificados, se podía contemplar sus venas, sus huesos, hasta las manchas de su piel envejecida...

Bajo mi punto de vista,  he de decir que la visita nocturna es mucho mas bonita y mágica.

Dejo por aquí algunas fotos, pero no tiene nada que ver poder estar allí físicamente.

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